En ninguna parte consta que J.R.R. Tolkien tuviera el menor vínculoprofesional o académico
con el mundo del Derecho, ni en su vidareal ni en su vida literaria. Obviamente, en el
transcurrir de susaños se casó, pagó impuestos, formó parte de la plantilla devarios
Colleges y Universidades, participó en la tediosa tarea dereformar un plan de estudios,
realizó compraventas, pagó multas detráfico, formó parte del Ejército británico, negoció
contratos deedición con casas editoriales? pero nada más allá de la existenciaordinaria de
una persona ajena al mundo de las leyes.