En «El río de la vida», la primera y más extensa de las tres historias autobiográficas que forman este libro, un padre estricto transmite a sus dos hijos –Norman y Paul− su pasión por la pesca con mosca. Los ríos tienen su orden y los chicos aprenden a conocerlo, pero las aguas siempre esconden algún misterio. La vida, como los ríos, fluye sin que muchas veces podamos resolver los interrogantes que ésta nos plantea; al final de la suya, Norman rememora los acontecimientos del último verano en que pescó junto a su padre y su hermano tratando de buscar en ellos las respuestas. «Leñadores, proxenetas, y "Tu camarada, Jim"» y «Servicio forestal de Estados Unidos, 1919» completan un libro que es ya un clásico de la literatura norteamericana reciente.
La pesca con mosca, el trabajo de los guardabosques, la naturaleza y la vida en Montana a principios de siglo son algunos de los temas que el autor aborda en estas inolvidables historias en las que retrata su aprendizaje vital; con ellas quiso expresar, según sus propias palabras, «un poco de ese amor que siento por la tierra». Robert Redford adaptó este libro al cine en 1992 en un largometraje homónimo.